Resumen del proyecto

Los MacGuffin son una pareja de desecho, un medio pomelo el uno para el otro, un roto para un descosido, víctimas de su tiempo y huérfanos de futuro. La señora MacGuffin, Carolina Diego, es fotógrafa, y el señor MacGuffin, Pablo G. García, escritor. De la unión de esta sinergia y despropósito nacen estas desventuras. La fotonovela costumbrista, neorrealista y surrealista cuenta su vida en pareja. Utilizando la técnica del collage fotográfico hace una revisión del género desde el humor gráfico. Inspirado en ‘Los Roper’ o cómics como ‘Mafalda’ o ’13, rue del percebe’, sus historias son cotidianas pero no por ello menos extraordinarias.

Ubicada en Alicante, es un relato humorístico de la forma de vida de la ciudad, sus usos y costumbres; una crónica de la actualidad. A su vez, pretende ser un espejo de la sociedad actual, si bien un espejo unas veces cóncavo y otras convexo, que refleja y deforma las relaciones de pareja, de amistad o vecinales del presente.

En el transcurso de los distintos capítulos se recorre la ciudad en un trayecto transversal que va de lo privado a lo público descubriendo y reconociendo espacios comunes y no tan comunes. Este proyecto explora la cultura alicantina así como la cultura artística en boca de sus protagonistas, al ser una fotógrafa y el otro escritor. Mediante la revisión del formato en desuso de la fotonovela, los autores pretenden reflexionar sobre diversos temas tanto concretos como universales desde su propio universo.

Autoría

Carolina Diego nace en Alicante en el seno de una familia de feriantes. Estudia Fotografía Analógica y Técnicas de Laboratorio allá cuando Niépce andaba con sus inventos. Luego cursa Fotografía avanzada y el Master de Photoalicante en Proyectos de Autor y Fotografía Contemporánea, impartidos en la Escuela Mistos. Asimismo estudia todos esos programas informáticos obra del demonio. Tiene en su haber numerosos trabajo de dudosa calidad y ha conseguido engañar al personal para hacer no pocas exposiciones en Alicante, Castellón o Miami.

Pablo G. García nace en los Madriles pero es hijo adoptivo de La Terreta, Alicante. Cursa estudios de Derecho y de Administración y Finanzas. Exiliado económico unos años en Dublín debido a la puñetera crisis, sobrevive allí gracias a su talento para la mímica y es feliz a pesar del clima, el idioma y la comida. Compagina trabajos de machaca con su afición por la literatura. Escritor fracasado y poetastro de baja prosa, su única ambición en la vida es vivir del cuento.