ARTISTAS
IRENE ALEIXANDRE BOU (EL PUNT, ESPAI DE LLIURE APRENENTATGE)
La digitalización como herramienta de conservación. 30 años de gràfica en los movimientos sociales
Conceptos clave: carteles, conservación, gráfica, archivo y movimientos sociales
Más información El punt, espai de lliure aprenentatge
Redes sociales El punt, espai de lliure aprenentatge: Instagram / Facebook
Resumen del proyecto
El Centro de Documentación El Punt cuenta con una extensa colección de carteles que comprenden casi 30 años de historia de los movimientos sociales, principalmente de la ciudad de València, pero también de otros lugares del Estado Español. En estos momentos se encuentra en fase de clasificación y estamos trabajando en la mejora del sistema de almacenamiento de la colección. Al mismo tiempo, hemos empezando a digitalizar el máximo material documental posible ya que en la actualidad esta acción se ha consolidado como una estrategia de conservación de los fondos documentales.
La colección de carteles de El Punt cuenta con ejemplares diseñados por dibujantes locales y nacionales, algunos con el tiempo han trazado una larga trayectoria en las artes visuales. Entre ellos el dibujante catalán Francesc Capdevila (Max), premio nacional del cómic 2007; el cartelista y dibujante de cómic Juan Carlos Azagra García (Azagra); el valenciano Nacho Ignatus, artista e ilustrador ligado al mundo del cómic y la pintura mural; la ilustradora y artista Concha Torres Habibi. Aun así, muchos ejemplares no están firmados, lo que significa que se han producido de manera anónima. Este hecho aporta una gran cantidad de estilo y formas de producción diversas, enriqueciendo el bagaje gráfico de la colección.
El contexto en el cual se enmarca la producción de los ejemplares más antiguos de la colección se sitúa al final del periodo de la Transición española (alrededor de 1982). Este momento representa en la historia política de España y, en consecuencia, de València, el surgimiento de las subculturas urbanas y con ellas nuevas formas de expresión y comunicación. Estas pretendían romper con las dinámicas de censura del régimen dictatorial, y para conseguirlo la cultura representó la punta de lanza. Los ejemplares más antiguos de El Punt representan un testimonio de este momento histórico, pero más allá de este periodo, las incorporaciones a la colección en las diferentes épocas desde entonces continúan este mismo hilo: buscar la libertad de expresión y de organización de los movimientos sociales. La importancia de estos carteles es su función como herramienta de información libre, pública y masiva, a partir de elementos comunicativos, como eslóganes o consignas; y gráficos, como dibujos, diseños y tipografías.
A grandes rasgos, en materia de contenido la colección constituye una narrativa de la actividad de los movimientos sociales a través de las luchas locales y nacionales: desde la objeción de conciencia en contra del servicio militar obligatorio hasta la actual defensa de la huerta urbana y la denuncia a los procesos de gentrificación. En ellos se anuncian tanto manifestaciones, concentraciones, asambleas y coloquios como fiestas, conciertos y otros eventos culturales. Por otra parte, a nivel de producción gráfica podemos encontrar, dependiendo también de la época, diferentes técnicas de estampación: serigrafía, linografía, impresión offset, impresión láser, collage, fotocopia sobre fotocopia y la combinación de éstas.
La digitalización se ha hecho necesaria por tres motivos: el primero es el de conservación, si desapareciera el original en papel por pérdida o accidente nos quedaría la copia en digital; el segundo motivo está vinculado a una estrategia divulgativa, ya que la digitalización facilita la consulta y la difusión; y por último, actualmente, muchos de los carteles producidos desde los movimientos sociales se difunden por redes sociales, por lo que no llegan nunca a imprenta y permanecen en formato digital. Por lo tanto, la necesidad de un archivo digital para seguir recopilándolos.
Autoría
Irene Aleixandre Bou, con estudios superiores en Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la Universidad Politécnica de València, especializada en procesos de restauración y conservación del papel y metodologías para la conservación del arte contemporáneo. Actualmente realiza una investigación sobre la colección de carteles de El Punt que comprende también los procesos de digitalización y las mejoras de almacenamiento de la misma a partir de lo construcción de un mobiliario adecuado y la utilización de materiales inertes de salvaguarda. También colabora des de 2015 con el Festival de Arte Urbano MIAU en Fanzara, Castellón, en calidad de asistente técnico.
El Punt es un proyecto colectivo, autogestionado y sin ánimo de lucro que pretende crear un Centro de Documentación y Biblioteca sobre movimientos sociales. En sus fondos se pueden encontrar las colecciones de libros, publicaciones periódicas y fanzines, carteles y folletos. El Punt también es un espacio social y cultural que funciona como lugar de encuentro para otros colectivos que puedan necesitar el espacio o consultar sus fondos, además de llevar a cabo diferentes actividades como ahora exposiciones, charlas, presentaciones de libros y talleres. El Punt se encuentra en la calle Garcilaso, 11, en el barrio del Carmen (Valencia).